Cada vez es más habitual que las empresas que ofertan un puesto de trabajo soliciten, además de un currículum vitae y un portfolio, una cover letter con la que robarles el corazón. ¿Pero qué demonios es una cover letter?

Esta expresión -no apta para puretas del castellano- viene a referirse nada más y nada menos que a la carta de presentación.

¿Y para qué quiere una compañía, que no nos conoce de nada, una carta de presentación cuando postulamos para nuestro primer empleo?

Pues precisamente por eso, porque quiere conocernos un poco mejor. Al fin y al cabo, si no hemos trabajado antes no tendremos un gran portfolio. Nuestro CV tendrá, como mucho, alguna que otra práctica como única experiencia profesional. La carta de presentación, sobre todo a la hora de conseguir nuestro primer trabajo, es una oportunidad con la que conseguir destacar antes incluso del primer contacto en la entrevista de trabajo.

Es más, si sigues los consejos que te dejo a continuación te recibirán con los brazos abiertos. ¡Y te aseguro que no es mala manera de empezar una entrevista!

Si hay algo importante en una carta de presentación, más aún incluso que el propio contenido, es que todo tenga un orden, un sentido. Tiene más poder una carta de presentación bien estructurada que no diga demasiado y una que contenga mucha información de forma totalmente desorganizada.

A ver, no es un TFG, ni un TFM o un doctorado, ¡solo faltaba!. Pero precisamente por eso no cuesta nada dedicar diez minutos a que exprese, en tan solo una página, toda nuestra esencia.

Coge una hoja en blanco y escribe de forma esquemática de qué quieres hablar sí o sí, y qué otras cosas mencionarías únicamente si te queda algo de espacio. ¿Lo tienes? Pues ahora da alas a tu creatividad y que no se te pase nada importante. Pero antes sigue leyendo, que te cuento más cositas interesantes para que cautives a la persona que tiene el poder de darte tu primer empleo.

Hay algo que mucha gente hace y que no funciona para nada. Mucha gente que tarda media vida en conseguir su primer empleo, todo hay que decirlo. Me refiero a crear una carta de presentación estándar. Un error de categoría que hará que los recruiters pasen de largo de tu aplicación igual que el bus urbano o el metro cuando van hasta arriba.

La mejor carta de presentación es aquella que es directa en la intención de trabajar en una empresa concreta. Redactar un texto que sirva para muchos tipos de ofertas no es una buena idea porque termina no sirviendo para ninguna.

Otra cosa diferente es que cojas partes de cartas anteriores y las utilices para crear algo nuevo, una carta de presentación en la que se note que te diriges expresamente a la empresa en cuestión y al puesto al que quieres optar.

Con el tiempo te costará tan solo unos minutos crear cartas de este tipo para conseguir tu primer trabajo. Podrás hacer varias al día sin ningún problema y sin que ningún reclutador sospeche que utilizas el ingenioso método del tocomocho: escribir una carta de presentación primigenia y que de esa te salgan otras dieciocho.

Una muy buena idea si buscas cómo redactar una carta de presentación perfecta es echar un buen vistazo a las comunicaciones de la compañía a través de distintos canales. Si analizas cómo hace publicidad, cómo se dirige a sus seguidores en redes sociales y además (esto ya es para nota), consigues algún tipo de comunicación interna hacia sus empleados, tendrás las pistas perfectas para encontrar el tono más adecuado para esta primera toma de contacto.

Utiliza los colores corporativos de la empresa y haz ciertos guiños a la misma. Por ejemplo, intercala su eslógan de forma ingeniosa. Son detalles diferenciales cuando lo que se busca es llamar la atención. Para todo esto, y dependiendo de si eres un fiel a Adobe o un primerizo en el diseño, te recomiendo desde Canva (una herramienta online intuitiva y gratuito) hasta el mismísimo Illustrator.

Ten en cuenta que la mayoría de las compañías ya ni siquiera imprimen este tipo de información, por lo que necesitas destacar desde el primer golpe de vista y conseguir que a la persona encargada de hacer la selección no le quede otro remedio que llegar hasta la última letra que hayas escrito.

La longitud de una carta de presentación realmente efectiva es de una página. Tienes una oportunidad, así que no la líes contando batallitas.

La concreción y la claridad de ideas son imprescindibles, Si quieres que este documento juegue a tu favor y no en tu contra, quédate con esto en la cabeza:

• Cuenta quién eres – Ya saben cómo te llamas, lo pone en tu CV, así que utiliza este espacio para contar algo más sobre ti y, de paso, darte un poquito de cera. Un recruiter necesita saber qué estudiaste, pero también cuántas cosas diferentes sabes hacer gracias a lo que aprendiste. Por supuesto, si tienes titulaciones superiores especifica cómo te han ayudado a ser el profesional que eres hoy y qué tanto bien haría por la empresa si te eligen.
• Qué te ha llevado a querer trabajar ahí – Las compañías de hoy en día quieren trabajadores motivados. Empleados que busquen mucho más que un sueldo, que se sientan identificados con los valores que promueven. Por eso, aunque lo que de verdad te interese sea el sueldo (el primer paso es admitirlo), procura que se te noten las ganas, ¡búscate una buena excusa para querer trabajar ahí y no en otro sitio!
• Por qué tú y no otra persona – Esta parte es la mejor de todas. Tienes que convencerles de que eres el mejor profesional que encontrarán… sin decirlo abiertamente. Cuenta que te apasiona el tipo de trabajo que están ofertando, que tienes todas las aptitudes que se necesitan y alguna más de propina, y que vas a dejarte los cuernos para que todo vaya aún mejor de lo que ya lo hace. Eso sí, esto último dilo de otra manera. O no, ¡tú decides!

Utiliza frases cortas y directas. Haz que tu texto sea ameno y apetecible. Pero de vez en cuando alguna oración un poco más elaborada para que se vea que sabes juntar varias palabras sin que pierdan el sentido. Habla como sueles hacerlo normalmente, pero con el chip de que quieres tu primer empleo. Y lo quieres ya.

En el apartado anterior hemos visto la información más básica que debe incluir una carta de presentación, pero es posible que aún tengas mucha hoja en blanco. Tranquilidad, no hiperventiles, porque aquí llega tu habilidad para ser tu mejor storyteller.

¿Propusiste una idea cuando estabas de prácticas que se convirtió en un auténtico pelotazo? ¿Tienes un as en la manga que podría ser muy beneficioso para la empresa si te contrata? La carta de presentación es el lugar indicado en el que hablar sobre ello. De hecho, si eres capaz de generar la suficiente expectación, es posible que incluso el reclutador te saque el tema durante la entrevista de trabajo.

Si esto último sucede y te marcas un buen discurso, que sepas que lo de conseguir tu primer empleo estará más cerca que nunca.

No te repitas como un papagayo, ¡añade información distinta a la de tu currículum!

Intentar rellenar una carta de presentación con la misma información que ya aparece en el CV no es lo que podría llamarse una táctica ganadora, así que olvídate de ello.

En caso de que este no sea tu primer empleo y ya tengas algo de experiencia, puedes aprovechar esta carta de presentación para contar con mayor detenimiento qué acciones desarrollaste en anteriores trabajos y por qué crees que pueden interesarle a esta otra compañía.

En definitiva, este documento debe ser complementario a tu currículum, no redundante, y debes tenerlo clarísimo a la hora de ponerte manos a la obra.

Solo hay una cosa más apetecible que una carta de presentación bien trabajada para un reclutador: no tener que leerla. Por eso lo mejor que puedes hacer es grabar una carta de presentación en vídeo con la que dejar al tuyo boquiabierto.

Ya tengo todo un artículo en la que te explico cómo grabar el vídeo definitivo, pero por aquí te dejo algunas de las claves:

• Prepara un buen set a tu espalda o ponte frente a una pared monocolor.
• Garantízate una buena luz natural o, si lo tienes, usa un disco de luz.
• Utiliza la mejor cámara que tengas por casa (la de tu smartphone sirve).

La clave es escribir un pequeño guion que tener a la vista. Asegúrate de que contenga todo lo que habrías puesto en tu carta de presentación. Y por último, de que puedes decirlo todo en un minuto y medio o dos. No utilices más tiempo. Ya se sabe que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Al final, una carta de presentación no es más que una herramienta con la que conseguir dar la mejor primera impresión posible de cara a conseguir un empleo.

Echa un vistazo a estos ejemplos y plantillas de carta de presentación y prepárate, ¡porque te van a empezar a caer ofertas de trabajo de todas partes!