🎙️Toma curro · episodio 2: Cómo entrar en PwC y dejarlo para montar una agencia de eventos líder (con Marta Odériz).
¿Alguna vez te has preguntado qué clase de magia oscura practica la gente que logra entrar a lugares titánicos como PwC? Pues Marta Odériz, co -fundadora de Kubalu Events, lo cuenta en este episodio.
Toma Curro es el podcast donde los más top de la industria nos cuentan su trayectoria en el mundo laboral. Incluye consejos para juniors y talento joven. Por cierto, Toma Curro es el podcast de aurorajobs, un portal de empleo joven en el que subimos ofertas de primer empleo, puestos juniors y prácticas universitarias a diario.
En esta ocasión, nos sentamos con Marta Odériz, quién nos desvela todos los secretos para entrar en PwC… y cómo finalmente se dió cuenta de que lo suyo era emprender. Y es que, como nos deja claro, la vida solo es una y está para seguir tus sueños. Lee la conversación en este artículo o escúchala ya en Spotify.
💬 Hola, Marta. Para empezar, tenemos que decir que empezaste tu carrera profesional en Jobandtalent y luego pasaste por Price y ahora tienes tu propia agencia de eventos que es Kubalu Events. Veo que te va súper bien. Te hemos invitado el podcast de Toma Curro porque creemos que puedes ayudar muchísimo a entender a los más juniors varias cosas:
- Cómo es la vida trabajando en una consultora tan importante como Price (PwC).
- ¿Cómo entrar en Pwc?, ¿cómo son esos procesos de selección?
- Y, ¿cómo y por qué pasaste de trabajar con una gran multinacional a emprender por tu cuenta?
Creo que es una historia que va a ayudar un montón y que a algunos y algunas nos debería inspirar, una emprendedora de primera. Así que sin más dilación, bienvenida, Marta.
Muchas gracias y gracias por tus palabras. Te has pasado un poco, pero guay.
La uni y sus primeras prácticas
💬 Lo cierto es que tenía muchísimas ganas de que vinieras. Vamos a empezar un poco por el principio. Dedícanos un minutito a contarnos un poco cuál es tu historia.
Bueno, pues yo soy Marta, soy de Pamplona, tengo 32 años y me vine a estudiar a Madrid con 18 años, a ICADE. Y aquí me quedé, entre otras cosas, por tema laboral, pero también, obviamente por tema amoroso. Llevo desde entonces aquí y creo que siempre he sido una emprendedora nata, lo he llevado siempre en la sangre, pero es verdad que esto no surgió hasta que tenía un poquito más formada mi vida profesional y decidí dar el paso. Me sentí preparada. Ese sería un poco el resumen a grandes rasgos de mi vida.
💬 Hay una clave súper potente aquí que luego exploraremos: cuándo es el mejor momento para emprender. Y yo creo que tú además lo hiciste especialmente bien porque primero cogiste experiencia en una empresa que tenía fama y prestigio y que te iba a parar el resto de tu vida. Vamos a empezar por el principio. ¿Dónde estudiaste? ¿Qué tal fue tu época universitaria?
Yo estudié Administración y Dirección de Empresas en ICADE. La verdad es que a mí la carrera me encantó. Me gustó mucho la universidad. Es verdad que es una universidad muy exigente. Yo venía de Pamplona y una ciudad como Madrid, tan grande, ya asustaba un poco. Pero sin embargo, ICADE era como un formato más petit comité de universidad. No es un gran campus. No hay millones de personas en un aula, que habrá gente que le guste. A mí me gustaba esto, que era un poco un segundo colegio donde están muy pendientes de ti y donde te hacen mucho seguimiento. Es muy exigente.
Como he dicho, conllevó muchas horas de estudio, de trabajos y demás. Pero bueno, fue una época muy feliz porque también encontré un grupo de amigos que a día de hoy sigo manteniendo y la verdad es que creo que me dio un poco las bases, no tanto a lo mejor de dirección y administración de empresas, porque creo que eso luego se aprende con la práctica, sino un poco la autoexigencia, el cumplir con deadlines, el trabajar duro, el saber que tienes que llevar unos mínimos de calidad para para que tu trabajo valga.
Entonces creo que eso es lo importante, que te da igual el proceso, convertirte en una persona que va a estar muy preparada para trabajar muy duro después.
💬 ¿Oye, y qué tal esa parte de cuando estás acabando? ¿Te ayudan a prepararte para entrar en el mercado laboral? ¿Te orientan, te ayudan a colocarte?
Sí, bueno, cada vez tiene una cosa muy buena que es su departamento de empleo. Ellos crean un foro de empleo que está bastante bien, una serie de empleos donde traen a empresas multinacionales que contratan de forma muy habitual a gente de ICADE. Al final ICADE, quieras que no, o por lo menos cuando yo estudiaba ahí, que salí en el 2013, tenía un prestigio y un nombre, creo que lo sigue manteniendo. Y bueno, pues estas empresas yo creo que sabían que la gente que salía de aquí iban a ser curritos, hormiguitas formadas para sacarte el curro y estar acostumbrados a trabajar muy duro.
Entonces, por ese lado traían empresas buenas a esa feria de empleo y luego teníamos una especie de despacho en el que tú te sentabas y decías a lo que querías dedicarte, que era lo que te gustaba y más o menos ellos ya te creaban como ese currículum y lo empezaban a mover por empresas
No te enseñaban cómo iba a ser tu futuro trabajo, pero sí que te ponían un poco las facilidades para encontrarlo.
Encontrar tu vocación cuando no tienes experiencia
Y claro, ¿tú cómo sabías qué es lo que querías hacer? ¿qué les dijiste al final?
La verdad es que yo siempre he salido como un poco los pasos de mi padre, que al final no creo que sea lo correcto, lo que hay que hacer. Pero yo lo hice porque estaba un poco perdida y mi padre fue auditor.
Estudio en ICADE, luego fue auditor en Price y él siempre me decía que era como una segunda escuela genial para formarte un poco sobre todos los departamentos de una compañía y poder de esa forma elegir qué es lo que realmente te gustaba. Entonces yo iba muy enfocada a eso. Sabía que a mí me gustaban mucho los números y he sido siempre súper financiera, cero creativa, cero marketing. Eso lo tenía claro. Uno sabe lo que se le da bien y a mí me gustaba estudiar números, pero odiaba estudiar marketing. Yo lo veía como súper abstracto y que no, a mí no me no me encajaba con cómo soy.
Entonces, al final, solo con decir números y financiero te lanzan el currículum a todo puestos de control financiero o de auditoría y consultoría. Es que no hay mucho más donde dar, pero hay mucho empleo demandado en esas dos partes.
Price, Deloitte y KPMG, que son los Big4, son probablemente los mayores demandantes de empleo joven para perfiles financieros que hay en España y que cada año tienen programas con los que contratan a cientos de personas.
Es brutal. Sí, sí. De hecho, es su forma de contratar empleados. Es una pirámide. Ellos me lo dicen en la base, es decir, los asistentes, los juniors. Hay muchísima gente y ellos cuentan que de forma natural y orgánica esa pirámide se va haciendo la forma de la pirámide, porque esos juniors se van, porque hay gente que no aguanta este trabajo o no motiva o llega a un punto en que la curva de aprendizaje termina.
A mí me pasó eso, y ellos cuentan con que no van a tener que despedir. La gente se va automáticamente, entonces solo llegan al pico de la pirámide los 10 o 20 socios de la auditoría que han sabido llevar esos 10 o 15 años de sacrificio y de ir rotando y subiendo escalones, escalones, escalones. Bueno.
Y vale, entonces, siguiendo un poco ese timeline, entonces vas ahí y empiezas a mover tu currículum, y de repente, un día empiezas el proceso de Price. Antes de eso. ¿Tuviste alguna experiencia profesional previa, o esa fue tu primer experiencia?
Sí, hice unas prácticas. Hice unas prácticas un verano antes de acabar la universidad en 4.º de carrera. Conocí a Juan Urdiales, que es el fundador de uno de los fundadores de jobandtalent. La verdad es que muy guay, porque eran súper pequeñitos, ya tenían sus oficinas en Serrano y se veía que la proyección era muy buena, pero era una empresa muy pequeña. La verdad me ha aportado muchísimo porque fueron unas prácticas de un mes, pero me ayudó y me hizo meter un poco el pie en el mundo laboral.
Supongo que es difícil retrotraerse a ese momento, que fue hace ya muchos años, pero, ¿recuerdas algún aprendizaje o algo que te gustase trabajar en una startup en tan early states?, ¿algún algo que te gustó especialmente con lo que aprendiste?
A ver, yo estaba muy orientada a examinar a la competencia. Básicamente yo ahí lo que aprendí fue a que lo mejor es copiar, que te tienes que basar en las cosas buenas de otras empresas que hacen lo mismo que tú. Y eso es a nivel aprendizaje, a nivel foco. El concepto que aprendí luego a nivel de herramientas, me metieron una tralla importante en Excel, que hasta entonces tampoco tenía tanta costumbre. Y me acuerdo que desde ahí en mi currículum ponía que sabía hacer arañas en Excel, que son como tablas dinámicas. Y bueno, eso es un poco como la parte de herramienta que aprendí, pero es eso.
Yo lo que vi en Talent es que era gente muy joven, pero que cada uno estaba súper volcado a su función, súper motivado. Tenían un ambiente muy guay, pero luego era una empresa muy seria y curraban muchísimo. Y ellos, Felipe y Juan, eran unos cracks que le metían muchas horas y tenían muy claro a donde quería llegar. A mí me dio mucha “envidia” ver eso cuando yo tenía 22 años.
Cómo es ser junior en una Big4
Entonces imagino que ya luego vas a acabar la universidad y según estás acabando empieza la época Price.
Justo, en octubre. Acabé la uni en junio y en octubre hice el proceso de selección de PwC.
¿Cómo es un proceso de selección de una Big4?
En ese momento me imponía muchísimo. Ahora lo veo como algo bastante sencillo. Fue largo. Yo lo empecé muy pronto. Además, me acuerdo de tener una tranquilidad absoluta del éxito de la carrera, porque creo que en febrero o marzo ya tenía el trabajo. Entonces fue como una tranquilidad brutal. En 5.º de carrera solo tenía que sacarme la reválida, que en ese momento teníamos reválida y ya. Y nada, el proceso. Al principio era un caso, como se llamaba, Caso dinámico. Bueno.
Esto que son como numéricos de lógica, ¿no?.
Un caso práctico. Una dinámica de grupo. Fuimos a las oficinas de PrwC, éramos como grupos de diez y nos daban un caso. Ahora no lo recuerdo, pero era una tontería. Un barco está en una isla, tienes que cargarlo con tal, te contaban una historia que parecía una tontería y tenías que razonar para que el barco pudiese llegar un sitio con alimentos. Entonces ni siquiera hacías equipos ni nada.
Simplemente se creaba un debate donde cada uno hablaba, hablaba y soltaba un poco una frase o dos frases. Yo me acuerdo que ese día además se acababa de volver de ver a mi novio en Estados Unidos. Tenía un jet lag de horror y lo pasé fatal porque estaba súper poco espabilada. Pero bueno, la verdad es que al final más o menos salió bien. Luego si pasabas esa fase te llamaba una persona de Recursos Humanos por teléfono totalmente sin avisar. Y a mí también me pilló en un momento que no me lo esperaba para nada y de hecho recuerdo colgar el teléfono como “mierda, ¿la he liado muchísimo?”, porque la pregunta que me hizo fue “¿Y dónde te ves de aquí a cinco años?”.
Cosa que cualquier persona de este mundo dice “Bueno, pues en una gran empresa con estabilidad, aprendiendo”. Pues no, yo dije pues ya que digo años, me encantaría estar en una playa desierta y haberme montado una escuela de buceo o un chiringuito. Pero bueno, coló.
No sé cómo.
Pero coló. Luego de ahí, sí pasabas eso, ya te reunías con un socio. Yo me reuní con un socio y tuve muchísima suerte. Se llamaba Javier Carpintero. Me acuerdo que fui súper nerviosa.
De hecho salí de ICADE, fui a ahí y no iba vestida, que no tenía americanas, yo no tenía americanas. En esa época pasé por Zara, me compré una americana y no le quité la etiqueta.
Me la metí por dentro para devolverla. No sé si estas cosas me están pasando de contarlas, pero bueno, son trucos para que la gente lo entienda, que a veces ves a una persona que va perfecta y ha cogido la americana y la va a devolver en Zara.
Fui a la entrevista e iba con miedo, pero bueno, fue brutal. De hecho, él cogió el currículum, vio JobandTalent, ya le moló que hubiese hecho prácticas antes y me dijo, “que sepas que ya has pasado mil escalones por delante de otras personas. Y dije wow, pues sí que es verdad lo del prestigio en ICADE, y luego vio lo de Pamplona, Navarra y tal, y él había estudiado en Navarra.
Ahí tuvimos un tema de feeling y de llevarnos muy bien, que yo creo que facilitó mucho las cosas. Ese fue el último paso y ya me llamaron a la semana, que estaba contratada y firmamos oferta y que la oferta no tiene mucho porque es igual para todos y todo el mundo sabe lo que cobra el otro y ya está.
Voy a hacer dos preguntas ahí, un poco pinchadas. Es curioso, porque yo hice entrevista en jobandtalent y en Price y en las dos me cogieron. Cuando salía de la entrevista en Price había una amiga mía que trabajaba en Recursos Humanos y me dijo “Bueno, tu proceso no pinta mal porque hay muy poco referenciado”. ¿Qué es un referenciado?.
No fue mi caso, por ejemplo. Y es verdad que mis compañeros que entraron en mi empresa tampoco. Bueno, sí, había un par de casos que sí eran referenciados, no por nadie importante, si no por un asistente, que es alguien que lleva un año más, o un senior, que lleva dos años más. Pues que conozco a este tío, es el primo de no sé quién. Ya te abre un poco una puerta.
¿Aspecto de la vida, no? O sea, yo ahora me dedico a hacer eventos. A mí que hablen de mí a una empresa y vaya aconsejada es que me paso a cinco agencias que están vendiendo lo mismo que yo. Entonces eso siempre importa, Por supuesto. Y yo siempre digo nunca hay que dejar cadáveres por el camino, nunca sabes con quién te vas a volver a topar por el camino. En la vida profesional creo que siempre hay que ir con calma pensando las cosas. Se puede tener carácter, pero hay que no dejar zombies, o sea, no crear problemas para que luego alguien pueda hablar mal de ti.
Cómo es un día en PwC y escalar la ladera corporativa
Es una gestión de las relaciones humanas. Importa muchísimo. Vale. Entonces entras en Price. ¿Cómo es un día en PwC?
Es guay. Es guay porque el ambiente es guay. Yo al final piensa que estaba con toda la promoción que entró. Eran de mi edad. Estás con gente muy joven. El siguiente a ti tiene un año más. El siguiente a ti, que normalmente es tu jefe de equipo, tiene dos años más que tú. Siempre es verdad que hay que tener suerte con el equipo, que te caiga bien, porque también hay gente muy competitiva. Pero en general los equipos que tuve súper bien, estaba muy contenta en ese aspecto.
Pero es verdad que es duro. Sales de la uni y de estar de risas y lo más duro que te parece es presentarte a un examen y de repente llegas a una vida de no sabes cuando vas a salir de trabajar. Yo por lo menos soy muy exigente conmigo misma y me gusta terminar las cosas, hacerlas bien.
Yo recuerdo el comienzo de Price como una época bastante agobiante, agobiante por querer resaltar un poco. Mi padre, por ejemplo, siempre me decía “Marta, en una empresa como Price es mejor ser del montón. Tampoco resaltes o no te esfuerces en resaltar, porque no vas a ganar nada más que un mayor trabajo. Que se aprovechen más de ti, que te exijan más, que te saquen más horas y entonces no llegues a este nivel de agobio”.
Tú eres un número más. Si resaltas es que vas a pasar igualmente a la siguiente promoción, igual que el resto. Sin embargo, igual te meterán unos clientes que si puedes aprender más en ese sentido, ok, pero también te van a chupar la sangre mucho más. Entonces depende de si tus sueños llegar a ser socio, por supuesto, resalta. Yo tenía claro que no quería llegar a ser socia y mi paseo era una fase para luego irme.
Entonces salí un poco a partir de ese consejo de mi padre y la verdad es que empecé a respirar un poco porque es el primer año. Es duro ya el año en el que ya eres senior, que ya gestionas equipos.
Es una responsabilidad bastante, bastante heavy para la edad que tienes en ese momento, pero porque hablas directamente con un manager que tiene 40 años y que su responsable es el socio que te firma el proyecto. O sea que hay muchísima responsabilidad sobre ti y muchas veces no tienes ni idea de lo que estás haciendo.
Es verdad que la curva de aprendizaje es muy bestia, los tres primeros años aprendes una barbaridad y yo con todo lo que aprendí en esos años no me arrepiento de nada, a pesar de que hubo momentos que lo pasé muy mal, pero aprendí muchísimo y todo lo aplico en mi día a día.
Pues vamos a entrar ahí un poco más a fondo. ¿Cómo es un día a día, qué haces físicamente? ¿Cuál es tu trabajo? ¿Qué es auditoría, que es consultoría? ¿Y cómo es el día a día en cada una de ellas?
Auditoría es revisar lo que ya se ha hecho una empresa financieramente. Consultoría es aconsejar a una empresa hacer algo. Es un poco la diferencia, explicado fácilmente. Auditoría era lo que hacíamos en el equipo. Teníamos un programa donde en función de los datos de la empresa, de facturación y demás, tenías unos niveles de riesgo. Entonces tú tenías que hacer diferentes pruebas en todos los departamentos de la compañía y esas pruebas eran aprobadas o no aprobadas en función de si pasaban o no ese nivel de riesgo.
Fijábamos como unos umbrales que era un importe monetario. Si pasabas de ese umbral de riesgo no lo podías dar como aprobado, tenías que hacer más pruebas para firmar el proyecto. Si lo pasabas, aunque hubiese algún fallo y alguna diferencia de importes y demás que estaba por debajo del riesgo, eso el socio lo podía firmar.
Todas las tareas al principio te parecen un mundo porque no tienes ni idea de lo que estás haciendo, pero son muy sencillas. Son pruebas en Excel de “vale, vamos a hacer una conciliación bancaria en la parte de tesorería, vamos a ver extractos bancarios, cogemos X facturas, vemos que esas facturas estén en los extractos bancarios”, por ejemplo. Esa es una prueba que se establece para la parte de tesorería.
Entiendo que en auditoría, entonces, la herramienta clave es Excel.
Sí, pero de una forma sencilla. Quiero decir, sumar, restar, dividir. Es todo muy muy, muy racional. O sea, por pura lógica. El nivel de Excel que se usa es básico, totalmente básico. No hay arañas.
Decidirse y emprender
Vale, creo se entendió bastante bien la parte con consultoría. Entonces, de repente pasa un año, pasan dos, pasan tres. Año tres. ¿Qué pasa ahí?
Año tres. Año de senior. Ya empiezo a estar un poco cansada, ya no estoy aprendiendo tanto. Me empiezo a aburrir un poco del tema y de repente se me empieza a abrir un abanico de posibilidades en el mundo emprendedor. Lo empiezo a ver con más sentido porque ya controlaba muchas cosas. Entonces me tiro a la piscina, en un junio de 2015.
Al principio el proyecto era como una empresa de decoración de eventos que surgió por un tema en una fiesta con unos amigos de la forma más tonta, pero surgió. Al principio no parecía que iba a ser nada serio, pero acabó siéndolo.
Al principio combiné el estar en Price con Kubalu. De primeras lo llevé más o menos bien, porque los meses en auditoría depende de cuándo sea el cierre fiscal, pero normalmente los meses muy duros son enero, febrero, marzo, y luego junio, porque se presentan las cuentas anuales, pero eso es bastante más libre. Los meses duros es el primer trimestre del año, es horroroso, horrible el trabajo. Luego hay muchos meses que lo pasas bien, agosto no haces nada y en septiembre poco.
Total, que yo cuando entré al final no tenía demasiado trabajo y no estaba en un momento de carga brutal y podía llevar las dos cosas. Pero es verdad que era un año en el que ya era senior, llevaba equipos y tenía algo. Entonces bueno, pues intenté llevarlo y llegó Navidad, llegó el primer trimestre del año y colapsé. Colapsé viendo que o dejaba PwC o no iba a poder llevar a cabo el proyecto porque no podía sobrevivir así.
Y entonces me lo pensé muchísimo y decidí dar el paso, tirarme a la piscina. A mi familia no le hizo ninguna gracia, pero luego al final acabaron aceptándolo y sobre todo apoyándome, que era lo que necesitaba. Me fui a trabajar de media jornada a la empresa de mi cuñado por tener un poco de entrada de dinero mientras seguía con Kubalu.
Ese salto que diste, ¿en ese momento la empresa facturaba? ¿En qué fase estaba?
La empresa facturaba muy poco, pero yo veía que podía conseguirlo. O sea, es que no recuerdo ni las cifras, pero muy poco, muy poco. Yo no cobraba nada de nada.
Y así empieza el segundo episodio de toma curro. Si quieres saber cómo son los primeros años de tu empresa cuando emprendes, o la reflexión final de la experiencia, puedes escuchar toma curro en Spotify.
Yo, as always, me quedo en aurorajobs subiendo ofertas de trabajo diarias para personas con poca (o ninguna) experiencia, pero que tienen la proyección de nuestros invitados.
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